Pertenezco, y me ahogo. No quiero pertenecer, a nada, a nadie... A ningún lugar, a ninguna vida, ni a la mía propia. Ser libre, de todo, de todos, de mi misma y de aquello que me aferre a cualquier luz o sonido que me mantengan parada. Des-pertenecer, de la lluvia, de la niebla, de las nubes. Nómada, transparente, fugaz.
"Ahora comprendo el lamentar del agua, y el lamento de las estrellas, y el lamentar del viento en la montaña, y el zumbido punzante de la abeja."
Volaré, por el hilo de la plata,
sin temor, hacia allá, hacia todo y hacia nada,
sin temor, hacia allá, hacia todo y hacia nada,
como en la canción de la mariposa.
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