sábado, 27 de febrero de 2010

Ciclogenesízome...

 
NUNCA LLUEVE EN PORTUGAL
 
"Igual que las buenas noticias no llenan periódico, el buen tiempo tampoco vende la información meteorológica. Se necesita un invierno sin preaviso, lluvias en carretera, nieves con puertos cerrados para que "el tiempo" vuelva a encaramarse a lo más vistos. Sea porque viajas o porque imaginas las inclemencias que te ahorras quedándote en casa, el mapa lleno de simbolitos nos cautiva, casi nos emboba con su cadencia de accidentes meteorológicos, los acaecidos hoy y los que vendrán mañana. Una España virtual sale pegada al telediario, moviéndose por la pantalla a ritmo de lupa buscando las inclemencias comunidad autónoma por comunidad autónoma. Y luego le llegan los vientos, los símbolos de lluvia, unas estrellitas de nieve, un sol entre nubes. Nubes que se nos antojan cortas en su presentación porque a estas alturas deberían estar más cerca del sofisticado lenguaje del videojuego. Mientras llega un nuevo diseño digital, volvamos al contenido de los mapas y la clamorosa ausencia que el espectador de la península ibérica puede detectar cuando le pintan el tiempo. Esa parte que está incluida en el mapa, al sur de Galicia, frontera con Castilla y León, Extremadura y Andalucía, y abrazada por el mar siempre, o sea la vecina Portugal, aparece ayuna de símbolos, como si se le hurtaran sus cartas en este juego de monopoly territorial.

O será, que nunca llueve en Portugal, con su mapa vacío. Pobre Portugal, si es que no llueve, o pobre España que no se entera si hace frío, calor, viento o lluvia en el mapa completo que enseña la presentadora de nuestro tiempo. Será simplemente que no se quiere abrumar con información y llenar demasiado el cuadro televisivo. Información directa y eficaz, aunque perdamos el todo por la parte. En algunos canales, las fotos del espectador nos enseñan la geografía real donde las nubes son de verdad y la lluvia también. Pero sigo añorando los planos de exteriores en directo, tan propios de las meteo norteamericanas. El tiempo en vivo y con su experto.

Previsiones muy cercanas. "En dos horas -se anuncia- empieza a nevar", Y así es. El radar de color para identificar las zonas de lluvia, las conexiones con el centro de huracanes. Tan cambiante y activo como la propia meteorología. Y superando a la tele podemos tirar de una webcam, con la que nos asomamos por fin a Lisboa para saber si es verdad que nunca llueve en Portugal, o que para dolor del viajero nos lo están ocultando. Cosas del tiempo.
"
 
J. Martín Domínguez

martes, 23 de febrero de 2010

 
"Sempre odiou o frío, sempre. Até que um dia desejou te-lo, 
só para sentir mais uma vez o seu calor."

de um livro desconhecido, de autor anónimo

jueves, 11 de febrero de 2010

Mas que estranha forma de vida...

"Los números primos sólo son exactamente divisibles por 1 y por sí mismos. Ocupan su sitio en la infinita serie de los números naturales y están, como todos los demás, emparedados entre otros dos números, aunque ellos más separados entre sí. Son números solitarios, sospechosos, y por eso encantaban a Mattia, que unas veces pensaba que en esa serie figuraban por error, como perlas ensartadas en un collar, y otras veces que también ellos querrían ser como los demás, números normales y corrientes, y que por alguna razón no podían. Esto último lo pensaba sobre todo por la noche, en ese estado previo al sueño en que la mente produce mil imágenes caóticas y es demasiado débil para engañarse a sí misma. En primer curso de la universidad había estudiado ciertos números primos más especiales que el resto, y a los que los matemáticos llaman primos gemelos: son parejas de primos sucesivos, o mejor, casi sucesivos, ya que entre ellos siempre hay un número par que les impide ir realmente unidos, como el 11 y el 13, el 17 y el 19, el 41 y el 43. Si se tiene paciencia y se sigue contando, se descubre que dichas parejas aparecen cada vez con menos frecuencia. Lo que encontramos son números primos aislados, como perdidos en ese espacio silencioso y rítmico hecho de cifras, y uno tiene la angustiosa sensación de que las parejas halladas anteriormente no son sino hechos fortuitos, y que el verdadero destino de los números primos es quedarse solos... Mattia pensaba que él y Alice eran eso, dos primos gemelos solos y perdidos, próximos pero nunca juntos."

La soledad de los números primos - Paolo Giordano


Dulce Pontes - Estranha forma de vida

jueves, 4 de febrero de 2010

"Sempre tive um muro de pedra por trás de mim, como a minha própria sombra, mas hoje caiu-me em cima."

de um livro desconhecido, de autor anónimo