jueves, 18 de noviembre de 2010

Carta de una mujer a su compañero de trabajo:
 
"Por favor, no te enfades conmigo por no haber entregado tu solicitud, pero tenía que protegerte; y perdóname porque cuando leas esta carta ya me habré marchado. Estoy triste por lo que dejo atrás, pero a la vez estoy feliz, porque por primera vez tomo mis propias decisiones. Gracias a ti he aprendido que en ocasiones hay que arriesgar para que las cosas salgan bien, y alguna vez, para conseguir un sueño, hay que seguir un camino incierto, pero que caer es sólo parte del juego y el único secreto está en volver a levantarse. Y afortunadamente uno nunca está solo del todo, y que aunque a veces nos parezca que ya nada tiene sentido, la vida siempre encuentra la forma de seguir adelante. También he comprendido que alguna vez hay que romper con el pasado para conseguir lo que queremos y que aunque toda ruptura nos causa dolor, sólo al alejarnos entendemos que lo que hoy nos parece el final, mañana será sólo el principio de otra historia."

No hay comentarios: