domingo, 15 de noviembre de 2009

Un día cualquier...

"Un día, cualquier día, mientras permanecía sentado en aquella silla canosa de polvo y carcomida por los años, mientras una losa de niebla caía ahogando la tierra húmeda y amarillenta que pisaron sus pies, mientras el silencio era tan mudo que carecía de prosodia, mientras las agujas del reloj avanzaban perezosas y cansadas hacia ese destino imperturbable y circular del tiempo, se dio cuenta que al igual que ese cigarrillo que dejó en el cenicero agotaba su hierba en humo y cenizas, él agotaba casi de la misma forma su vida. La única diferencia entre la hierba de ese cigarrillo y su propia vida, era que de la hierba surgían humo y cenizas y que ambos permanecerían indelebles en una mezcla de perfume y huella intacta entre paredes y aire, y en cambio su vida, si vida fue, terminaría en aquella misma silla dónde un día decidió agotarla, y de su propio ser no hubo nada, no había nada ni iba a haber nada.
Un día, cualquier día, quizá se percataría de que hacía demasiado tiempo que había muerto, y seguramente ese día, un día cualquier, ya sería demasiado tarde para remediarlo."

3 comentarios:

Jose dijo...

bonita música, gracias por descubrirnois este guitarrista

Portugal is different dijo...

A ti por detenerte en ella :-)

marta dijo...

m'encanta el teu blog.