domingo, 22 de febrero de 2009

Haverá luz...



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Empédocles afirma la necesidad y perennidad del ser.Según el, consiste en conciliar la necesidad con el devenir, con el transcurrir de todo,y para ello nos habla de cuatro "raíces" eternas, los cuatro elementos naturales: fuego, agua, aire y tierra.

Esas raíces permanecen inalteradas: son originarias e inmutables. Lo que provoca el cambio son dos fuerzas cósmicas que él llama Amor y Odio.
Para Empédocles, el Amor tiende a unir los cuatro elementos, como atracción de lo diferente mientras que el Odio actúa como separación de lo semejante. Cuando predomina totalmente el Amor, se genera una perfecta esfera toda ella igual e infinita, que goza de su envolvente soledad. El Odio comienza entonces su obra, deshaciendo toda la armonía hasta la separación completa del caos. De nuevo al Amor interviene para volver a unir lo que el odio ha separado, y así, las dos fuerzas, en sus cíclicas contiendas, dan vida a las diversas manifestaciones del cosmos,lo semejante se conoce con lo semejante, y las cosas emanan flujos que, pasando a través de los poros de los elementos, determinan el contacto y el "reconocimiento".
Que no se apague el amor....

Anónimo dijo...

Que no se apague el amor.....nunca