martes, 26 de enero de 2010

Asco - Ascó

Válgame esta homonimia para titular el post de hoy. Y para quien no esté al corriente del caso, valgan los siguientes antecedentes. Ascó es un pequeño municipio perteneciente a la provincia de Tarragona, cercano al río Ebro, más o menos quedando 'ahí abajo', o lo que es lo mismo, en el sur de Cataluña, o lo que es lo mismo también, 'en el culo de Cataluña'. Y como sureña no puedo no sentirme indignada, rabiosa, asqueada de lo que escuché hoy en televisión. A pesar de estar lejos, son cosas que me tocan, quizá por mis 26 años allí vividos.
Resulta que Ascó se presenta como municipio candidato para albergar futuramente el cementerio nuclear de España. Lo escribo y no puedo evitar sonreír con sorna ante tal noticia. Escuchaba atentamente al alcalde de Ascó decir barbaridades tales como: 'el cementerio nos reportará lugares de trabajo, dinero para la región, etc'. Es cierto que la región sureña (ay, cómo me gusta esta palabra...), o más concretamente, toda la parte interior de la ribera del Ebro, es una zona que vive de la agricultura, de los arrozales del río, y poco más. Que el Sur es la parte más abandonada por parte de la administración, que es la zona que menos recibe (y quizá la que más lo necesita). Pero también es cierto, que allí, en el culo de Cataluña, albergamos como buen culo toda la mierda: las petroquímicas en Tarragona y Pineda, las centrales nucleares de Vandellòs y Ascó, Ercros en Flix con sus toneladas de vertidos químicos que hoy yacen bajo el Ebro a la espera de una riada que deje a la zona sin agua potable y se cargue toda la fauna y flora existente, por no hablar del goodbye a los arrozales, mayor fuente de ingreso del lugar. Y me pregunto, ¿todavía queremos más mierda? Y recuerdo: ¿se ha olvidado que la provincia de Tarragona es la que tiene mayor índice de cáncer de todo el país? ¿Que en los últimos diez años ha aumentado un 133%? Desgraciadamente cuando hay dinero de por medio esas cosas se olvidan. Está claro que hoy en día no estamos a salvo en ningún rincón del planeta porque la mierda abunda por todos lados, sea con vacunas, con químicos, con la contaminación de los alimentos, y un largo etcétera que no es necesario enumerar, pero... ¡já chega! o lo que es lo mismo, ¡ya basta! Solución para el cementerio no la tengo, aunque podrían ponerlo debajo de la Moncloa, o quizá debajo del Congreso de los Diputados, ya que fueron ellos quienes aprobaron ponerlo,  y ya de paso les serviria de búnker cuando estalle la guerra. Pero que no nos mientan más, que el único desarrollo que traerá el cementerio será el de las enfermedades y el de la contaminación creciente. Y disculpad las palabras malsonantes, pero a veces éstas son las únicas que hacen justicia al asco que siento.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ole Oleeeeeeee! Muy bueno!